FELIPE II Y LA ALQUIMIA

El médico Hieronimus Gundlach se detuvo en la oficina teofrástica o laboratorio químico, donde las plantas se clasificaban por sus propiedades médicas según el Sistema Naturae de Teofrasto, se destilaba el agua y se realizaban extracciones de hierbas, minerales y esencias para uso exclusivo del rey:  

 

Hic percelebris est officina theophrastica seu e chimicum laboratorium in qua omnis generis aqua destillantur et variae extractiones non solum ex herbis sed etiam mineralibus conficinutur in solius regis usus.  

 

Es decir, a la producción de medicinas y perfumes se sumaba la práctica de la alquimia, uno de los más destacados intereses de Felipe II, pues en ella buscaba pese a su escepticismo, metales preciosos como remedio a sus problemas financieros. 

Por otra parte, el Jardín de la Isla acogió edificios vinculados a la vocación científica y experimental que Felipe II quiso para Aranjuez,. La casa de destilación se describía en 1562 “una casa para su uso en lo de la casilla que se a de hazer en el rrincon de la isla para Holbeque y ha dado la traça y el tamaño que ha de tener que se a de hazer algo mayor que las dos que estan hechas en la guerta de arriba por el distilar el agua pusose mano en ella”  

Otras referencias de 1583 mencionaban “casa en el jardin de la ysla donde distilan aguas y azeites de las flores y otras yervas que ay en las guertas y jardines” y “Jardin Grande de la Isla. ay en el una casa donde se distilan las aguas y azeites medicinales de las yerbas e plantas que ay en los dichos jardines”.  

Estas citas han de ponerse en relación con la afirmación de Álvarez de Quindós (1804) sobre el cambio de ubicación en 1636 de la destilación de aguas que estaba a la entrada del jardín de la Isla, en las inmediaciones de palacio  

 

se mudase la destilación de aguas que estaba a la entrada del jardín de la Isla, porque la obra nueva de la Casa Real se había de empezar  

 

Puede vincularse con la representación en el dibujo de Gundlach de un edificio a la izquierda en la orilla de la ría que separa el jardín del palacio, nunca visto en otras iconografías de Aranjuez como el dibujo de L’Hermitte o la vista del Museo del Prado. Sucontundente presencia ha de deberse a la mirada selectiva del médico viajero y su correspondencia con la mención enfática del laboratorio químico y oficina teofrástica, más interesado Gundlach en la vertiente científica del real sitio que en su valor artístico.  

 

Fragmento original del estudio, texto original en latín y traducción https://revistas.usc.gal/index.php/quintana/article/view/4267/6289 

20200424 GUNDLACH ALQUIMIA FELIPE II