Fernando VI promovió la creación de la ciudad de Aranjuez. Hasta 1748 estaba prohibido el asentamiento de vecindario en el real sitio. El encargo se lo encomienda a su arquitecto real, Santiago Bonavía.
En enero de 1751 el arquitecto tiene una lista de las obras necesarias, siendo la prioritaria la Plaza e Iglesia de San Antonio. Pero la dureza del invierno y la abundancia de lluvias estaban en su contra.
Al Marqués de Ensenada le promete tener cerrada la cúpula de la capilla y concluida su fachada, aunque también le expresa su principal preocupación:
la obra no puede quedar enteramente perfecta para el arrivo de la Corte, aunque espero pueda estar en buen estado para el día de San Fernando, y concluida antes que salga de aquí la corte, si el tiempo no hace como por lo pasado.
La Corte se trasladaba a Aranjuez el Lunes de Pascua, tras haber pasado la Semana Santa en Madrid. Las Jornadas de Primavera estaban muy cerca.
Imagen. Antonio Joli, Vista de Aranjuez. (hacia 1751-1752). Paradero desconocido. Publicada por Virginia Tovar en 1978.